“De la masacre de Waco, a un paso de morir calcinados en un pinar en Bariloche”

Gary Spaulding, su esposa Vickie Lynn, y sus hijos L’Abri, Jireh, Beni, Talitha y Ciela, que tienen de 6 meses a 13 años de edad, estuvieron a un paso de morir calcinados en la madrugada de ayer cuando un incendio forestal ocasionado en forma intencional rodeó el bosque de pinos en el que acampaban.

Vea: Bariloche 2000: De la masacre de waco a un paso de morir calcinados

Diario Rio Negro, Argentina

Contribuido por: Redaccion

En abril de 1993 Gary Spaulding y su familia vivieron de cerca la masacre de Waco, Texas, en donde murieron 86 personas, entre ellas 17 niños. Allí comenzó su peregrinaje por el mundo, pidiendo asilo al sentirse perseguido por el FBI. Hoy su camino desembocó en un claro del pinar del barrio Pilar II, en donde ayer estuvieron a punto de morir calcinados por un incendio intencional. Una historia increíble.

martes 22 de febrero de 2005
Gary Spaulding, su esposa Vickie Lynn, y sus hijos L’Abri, Jireh, Beni, Talitha y Ciela, que tienen de 6 meses a 13 años de edad, estuvieron a un paso de morir calcinados en la madrugada de ayer cuando un incendio forestal ocasionado en forma intencional rodeó el bosque de pinos en el que acampaban.

Angustia. El calor despertó a la familia, que logró escapar del lugar.

El incidente sólo parece ser una macabra continuación de los pesares de la familia, que se iniciaron cuando, en abril del 93, intentaron dar ayuda humanitaria a los miembros de la Rama Davidiana que se habían atrincherado en Waco, Texas. Esa vez todo terminaría con el terrible saldo de 86 muertes provocadas por una explosión y un terrible incendio. La historia sostiene que la tragedia fue consecuencia de un suicidio ordenado por David Koresh, líder de la secta. Spaulding, quien fue detenido por el FBI, sostiene que fue una maniobra de los agentes federales del gobierno estadounidense. [that caused the deaths].

Peregrinar

Se fueron de Estados Unidos, sintiéndose perseguidos por su gobierno. Fueron a España, Suiza, Francia. Intentaron ingresar al Reino Unido. Llegaron a Paraguay. Viajaron a Buenos Aires. Terminaron en Bariloche. En cada país pidieron ser declarados como refugiados. A cada solicitud se les dio la misma respuesta: “No.”

Gary Spaulding dice ser miembro de los “misioneros cristianos humanitarios” y, bajo esa condición, intentó junto a un amigo, ingresar al predio que ocupaba la ya sitiada secta de Waco, con el fin de llevarles alimentos. Fue detenido, interrogado y, según él, perseguido sistemáticamente.

Ya en 1997 volvió a ser interrogado por el FBI a raíz de un atentado cometido con un coche bomba al sur del estado de Indiana.

Pero, además de estas singulares circunstancias, el hombre tiene la particularidad de vivir siempre en lugares precarios y tener la ideología de educar a sus hijos dentro del ambiente familiar y lejos de cualquier sistema de escolaridad tradicional.

Ya en el 2003, sintiéndose acosado por el Estado que, según sus dichos, pretendían quitarle a sus hijos, decidió abandonar los Estados Unidos a bordo de un crucero, que zarpó desde Fort Lauderdale, Florida, y recaló en Barcelona. Desde allí pasaron por Andorra, después cruzaron a Francia, Holanda y Suiza, en donde nació su última hija. También hicieron un esfuerzo por ingresar al Reino Unido. En cada sitio fueron rechazados sistemáticamente como refugiados.

Un contacto con un funcionario paraguayo los impulsó a viajar hasta el país guaraní y, luego, intentando conseguir trabajo con su profesión de profesor de idiomas, hacia Buenos Aires.

También en la Argentina se les otorgó el asilo político, pero un contacto los animó a recalar en Bariloche, a donde llegaron hace un mes y medio.

Primero acamparon en Colonia Suiza y luego, ya sin un centavo, terminaron en el Ejercito de Salvación. Hace pocos días, por decisión propia, prefirieron liberar el sitio que ocupaban y acampar en un claro del bosque conocido como “el pinar de Ribelli” en la zona del Pilar II.

Allí, en la madrugada de ayer, algunos leñadores furtivos que recorren ese sitio para acopiar robustos rollizos, pretendieron “desalojar” a los extraños visitantes provocando un incendio forestal.

El calor despertó a la familia, que logró escapar del lugar. El trabajo de los combatientes del fuego evitó, más tarde, que los Spaulding perdieran sus escasas pertenencias.

Por estas horas, gracias a la inquietud de algunos vecinos de Bariloche, algunos compatriotas de la familia, intentaban encontrarles alguna solución habitacional.

E.P.

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