Por una espiritualidad falsa, el anti-Cristo une a sus Ejecutivos de la Iglesia Corporativa con su cuerpo por medio de una unión casi de matrimonio llamada: “incorporación,” que significa: dos se convierten en uno, y les otorga una humildad falsa por la cual pueden decir: “No poseo nada,” porque, como creador y controlador de todas corporaciones, el gobierno anti-Cristo posee todo, empezando con la bolsa de la colecta y todas las contribuciones echadas adentro, e incluido todos los bienes y servicios realizados por ellas.
Luego, él impone sobre ellos un señorío falso por esforzarles de dar cuenta a él de todos los beneficios de esta unión por contracto, las dichas: “Bendiciones de Dios,” cada 15 de abril en los EE.UU.
Ellos entienden ésto como un acto sagrado de rebajamiento, y se someten al anti-Cristo en todas cosas como a Dios, citando versículos bíblicos que demuestran cómo Dios lo puso en autoridad sobre su Iglesia. El círculo se completa por recibir y enseñar a los otros reunidos en el nombre de Jesús que reciban por contrato voluntario los números de control del anti-Cristo:
- el número del conductor de auto,
- el número que corresponde al párrafo 501(c)3 del Código de impuestos de cabeza y sus beneficios,
- el número de identidad personal REAL (impuesto por Washington en 2009), y
- el número de la seguridad social,
por todos los cuales ellos finanzan y habilitan las aventuras furiosas de muerte y destrucción del anti-Cristo contra los reyes y las familias no alineados de la tierra, y así se dice que los Ejecutivos de la Iglesia Corporativa son una abominación desoladora parados en el lugar santo.