Un bautismo cristiano que es por “fuego”
La Buena Noticia del Reino de Dios
Un llamado a la santidad [1]
Jean bautizó por agua como símbolo público de arrepentimiento pero predijo que el bautismo de Jesús sería: “por el Espíritu Santo y fuego“ como símbolo de la limpieza del ser interior, apartándonos para los propósitos de Dios, lo que es la santificación, separándonos del mundo, dándonos el poder para abrazar el llamado alto al discipulado cristiano, etc., con la ayuda del Espíritu Santo en el camino hacia la perfección. Este dinámico cristiano se llama generalmente como: “la muerte“ al pecado, a sí mismo y al mundo y vivo a Cristo Jesús quien es nuestra “vida.” Note bien que donde el bautismo por agua simboliza este mismo dinámico, sus méritos deben ser afirmados aunque eso no es el punto foco de este artículo.
Jesús también usó la metáfora de “fuego” cuando él dijo: “Yo vine para prender fuego sobre la Tierra y anhelo que se prenda.” Esto, como arriba, simboliza la obra transformadora del Espíritu Santo en los corazones y vidas del pueblo de Dios pero aumentando la urgencia. Que los cristianos comprendan la importancia de recibir un bautismo por “fuego.”
Un bautismo de este género de gran importancia sería quemar, abolir o cancelar de otra manera todo contrato, compañerismo y acuerdo con el Orden Satánico Mundial y sus subsidios. Aquellos compañerismos inmundos resultan en enredamiento, compromiso, duplicidad, profanamiento y apostasía. Ellos también perpetúan el régimen contrario a Cristo (lo que es anti-Cristo) de Satanás por todo el mundo, donde las naciones dichas “cristianas” se parecen a Sodoma y Gomorra. Este es un problema grave. ¿Hay un remedio? Sí – el bautismo por “fuego” presentado en este artículo. Desafortunadamente, como resultado de ese remedio sufriremos persecución y tribulación y seremos aborrecidos por todas las naciones, como lo predijo Jesús, parecido a los Primeros Cristianos.
No obstante, un resultado glorioso de este bautismo será que el mundo reconocerá que somos el pueblo de Dios: una nación cristiana, santa y especial, unida en amor fraternal y perteneciendo a Cristo Jesús como nuestro Presidente legítimo, único Soberano y Señor supremo (llamado “Rey” en antaño) abandonando a todos los demás. Es la voluntad del Padre que todo se junte debajo del Señorío supremo de Jesús y que él sea nuestro todo en todos, a ninguno su segundo. Allá, empezando en nuestros corazones, está “el Reino de Dios.”
Que esta Buena Noticia sea predicada por todo el mundo, y que la Tierra entera sea llena de la gloria de Jesús!
Atentamente, el cirujano de raíces. ##
PD : Vea un video acompañante : “¿Quién debería ocupar la oficina alta y sagrada?” Sólo en íngles: “Who should have the High and Holy Office?”
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* “Sin santidad nadie verá al Señor,” Hebreos 12,14.
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“Sin santidad nadie verá al Señor,” Hebreos 12,14. ↑