El personaje central
Jesús es el que es comisionado para reunirnos con Dios. Él es el personaje central de la historia de la tierra, en el pasado y en el futuro. Él es la figura central en el plan de Dios para con nosotros.
Jesús es el negociador de paz de Dios. Si de alguna manera no llegas a un acuerdo con Jesús, perderás la posibilidad de hacer la paz con Dios, y tu vida reflejará un vacío interior.
Nuestra voluntad libre
Cuando Dios nos creó, nos dio una voluntad libre. Él nos dejó la opción de rechazar su plan para la tierra e ir por nuestros propios caminos. Él nos permitió hacer un mundo de acuerdo a nuestra propia opción. Hicimos exactamente eso.
Rechazamos el camino de Dios y fuimos por nuestro propio camino. La tierra es como es, por la decisión que hicimos nosotros. La tierra está en gran desorden.
Las noticias malas
Por nuestra decisión de ir tras nuestro propio camino, la tierra ha sufrido caos y confusión desde entonces. Las malas noticias siguen y siguen. Sólo lee un diario local y decide por ti mismo como está la sociedad. Las calles están llenas de maldades y lo que pasa detrás de las puertas cerradas es todavía peor. Parece que no hay ningún lugar para esconderse de la tristeza que rompe el corazón. Imagínate el dolor que Dios sintió al vernos dejarle para ir por nuestro propio camino.
Más noticias malas
La pesadilla de la Tierra no es más que el comienzo de las malas noticias. Dentro de cada uno de nosotros hay un anhelo y un anhelo. El vacío simplemente parece querer devorarnos desde adentro hacia afuera. No podemos llenar nuestra boca lo suficientemente rápido para satisfacer nuestros antojos. No podemos comprar comodidades lo suficientemente rápido como para sentirnos cómodos. No podemos encontrar suficientes emociones y sensaciones para calmar nuestro apetito cada vez mayor.
Llenos de vacío
Pasamos nuestras vidas enteras llenándonos. Estamos literalmente llenos con el deseo hacia el dinero y casas y autos y vestuarios y conocimientos y diplomas y honores y trofeos y reconocimientos y logros y credenciales y poder. Estamos llenos como en ningún otro tiempo en la historia humana. Sin embargo estamos sufriendo de nervios y tumores y tensión y dolores de cabeza e insomnio como nunca antes.
Llenos pero no satisfechos
Comemos la mejor comida del mundo, hay más restaurantes siendo construidos todos los días, y rara vez hemos tenido la mayoría de nosotros verdadero hambre. Nos sentamos toda la tarde frente a los sistemas de entretenimiento de casa con la más alta tecnología jamás soñada. Los bares están llenos, como también los clubes nocturnos. Puedes conseguir prácticamente lo que quieres. Pero adentro en lo profundo, estamos conscientes que algo falta.
Nostalgia
Lo que estamos sufriendo es un caso crónico de sentirnos desconectados de nuestras raíces. Estamos sufriendo el mismo tipo de angustia que sienten los padres cuyo niño está perdido. La única diferencia es que NOSOTROS somos ese niño perdido. Dejamos el amor del hogar pensando que encontraríamos la vida verdadera afuera entre el resplandor y encanto del “mundo adulto.”
¡Abandona todo
y vuelve a casa!
Lo que encontramos, lejos de vida, en realidad fue la muerte en su forma más trágica. Estamos desconectados de Dios quien es nuestra raíz. Hemos llegado a ser los muertos vivientes. Estamos solos y tristes; asustados y vacíos. Pero en medio de nuestra histeria salvaje nunca se nos ocurre qué tenemos que hacer – ¡abandona todo y vuelve a casa!Lo que encontramos, lejos de vida, en realidad fue la muerte en su forma más trágica. Estamos desconectados de Dios quien es nuestra raíz. Hemos llegado a ser los muertos vivientes. Estamos solos y tristes; asustados y vacíos. Pero en medio de nuestra histeria salvaje nunca se nos ocurre qué tenemos que hacer – ¡abandona todo y vuelve a casa!
Puentes destruidos
Aquí estamos, disfrutando en apariencia nuestra vida; llenos pero vacíos; bailando descontroladamente con nuestros amigos, pero solos y tristes; exponiéndonos a la vista de todos, pero no seguros si realmente alguien se preocupa por nosotros, o solo por nuestro cuerpo atractivo o traje de baño. Aún si reconociéramos nuestra nostalgia, en nuestro lanzamiento destruimos todos los puentes detrás de nosotros al salir. No hemos dejado una manera de volver a casa, aún si quisiéramos.
Dios sabe
Dios ya lo sabía. Él nos hizo, y nos conoce por a dentro y a fuera. Él nos hizo para ser más que sólo un cuerpo. Somos más que moléculas e impulsos eléctricos. Dios nos hizo como Él – espíritu, y nos dio un cuerpo en el cual vivir.
Dios sabía que intentaríamos desesperadamente satisfacernos y confortarnos con las cosas de esta tierra. Él sabía que nos cansaríamos del vacío de la vida sin él. Él sabía que nos cansaríamos de nuestra inquietud de vacío.
Dios sabía que intentaríamos desesperadamente satisfacernos y confortarnos con las cosas de esta tierra. Él sabía que nos cansaríamos del vacío de la vida sin él. Él sabía que nos cansaríamos de nuestra inquietud de vacío.
La fiesta se acabó
Pronto se acaba la fiesta y te das cuenta que era tan vacío e insatisfactoria como siempre. Puedes seguir engañándote a ti y a tus amigos: “¡Me encanta esto!” o puedes admitir que estás perdido, solo y miserable. Yo llegue a ese punto también.
Decirlo como es
En algún tiempo a lo largo del sendero de la vida alguien nos habla diciendo la verdad. A alguien le importamos bastante para decirnos las cosas como son. Alguien tiene la valentía de decirnos lo que quisiéramos que pudiéramos negar; que estamos perdidos. Alguien nos dice que Dios nos ama y quiere que volvamos a casa.
Jesús llevó mi culpa
Jesús es el camino a casa. Jesús es el centro del plan de Dios para regresarnos a casa. Jesús tomó la culpa para NUESTRA mala decisión. Cuando hicimos la decisión de ir por nuestro propio camino, de acuerdo a la justicia de Dios, nos rebelamos y le traicionamos. Esto merece ser castigado con la muerte. No hay arreglo. No hay súplica. La Muerte es exigida.
Jesús llevó mi pena de muerte
We committed mutiny, in that we took unrightful charge of destiny on Earth. We committed treason, in that we conspired with God’s enemies in so doing.
God didn’t have to provide a way back home. He could have left us to our own fate, but he didn’t. God loves us. He clothed himself as an Earthling and came to beckon us home again. That was Jesus. The price Jesus had to pay to secure our safe passage back into God’s heavenly presence was death; death because of OUR unrightful mistreatment of God and his authority. Jesus suffered the death that we deservedCometimos rebelión, al hacernos cargo indebido del destino en la tierra. Cometimos traición, al complotar con los enemigos de Dios al hacerlo.
Dios no tenía que proveernos un camino de vuelta a casa. Podría habernos dejado a nuestro propio destino, pero no lo hizo. Dios nos ama. Él se vistió como un terrestre y vino para invitarnos regresar a casa. Esto fue Jesús. El precio que Jesús tuvo que pagar para conseguir nuestro pasaje seguro de regreso a la presencia celestial de Dios, fue la muerte. Muerte por NUESTRO indebido maltrato de Dios y su autoridad. Jesús sufrió la muerte que nosotros merecíamos.
¡Buenas Noticias!
Cuando los ángeles anunciaron el nacimiento de Jesús hablaron de “¡Buenas noticias que traerían gran gozo a todo el mundo!” Hablaron de: “un Salvador, Cristo, el Señor.” Aquellos que predijeron su nacimiento se refirieron a él como: “Emanuel,” que quiere decir “Dios con nosotros”. Luego fue dado el nombre “Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
Jesús vive para mí
Tres días después de sufrir y morir una muerte cruel y vergonzosa en una cruz, Jesús fue traído devuelta a la vida, para nunca más morir. Todo esto por el gran amor de Dios para con nosotros y su esperanza de que volviéramos bajo su autoridad y a su amistad.
Ahora Jesús garantiza que nos otorgará vida y pasaje seguro devuelta a Dios para todos los que simplemente le piden: “Jesús, tú tomaste mi muerte. Gracias. Quiero la vida. Quiero vivir bajo tu autoridad. También quiero pasaje seguro al cielo cuando mi vida en la tierra se termine.” Jesús promete que su muerte es suficiente para proveerlo a todos. Jesús es nuestro puente de regreso a Dios.
Ser bueno no es suficiente
Para todos nosotros que creemos que Dios envió a Jesús a morir para nosotros, nos damos cuenta que el favor de Dios no puede ser alcanzado de NINGÚNA OTRA MANERA. No podemos ser bastante buenos para merecer el favor de Dios. No podemos hacer buenas cosas y ganar el favor de Dios. No podemos comportarnos mejor y afectar la decisión de Dios para que nos deje ir sin castigo.
Jesús es mi única esperanza
suffrió
para mi.
No importa cuán “bien” actuemos ni cuán bien nos comportemos, no podemos borrar el hecho que merecemos la muerte. Así que, ni intentamos afectar la decisión de Dios. Simplemente dependemos totalmente de la muerte de Jesús para la aprobación de Dios, para satisfacer la justicia de Dios, para detener la ira de Dios por nuestros pecados, y para borrar nuestra deuda. Venimos como somos: culpables, y ¡PERDONADOS!
Darse por vencido
Intentar afectar la decisión de Dios con todas las cosas respetuosas y benévolas que hemos hecho sólo serviría para complicar las cosas. Por nuestros pecados Dios demanda, en términos militares, que nos rindamos ante él; entrega incondicional.
Dios mandó a Jesús a llevar nuestra muerte, así que aparte de Jesús no tenemos vida. Jesús nos ha dado vida, vida eterna. La muerte de Jesús en la cruz tiende una puente para nosotros de regreso al Cielo, de regreso a Dios, y a la vida eterna.
Sólo Jesús es impresionante
¿Por qué Jesús tomaría la muerte por mí, una muerte que él no merecía? No lo sé. Simplemente e indudablemente me muestra que me ama. El hecho del amor de Jesús es muy serio y muy sobrio. Jesús es asombroso. ¡Estas son las Buenas Noticias!
Para testimonios que te ayuden a entender mejor a Jesús, podrías buscar la porción de la Biblia llamada el “Nuevo Testamento,” particularmente empezando con el “Evangelio según Juan.” Juan fue uno de los amigos y seguidores de Jesús. #
artículo de un Periódico de Jesús, 1a edición, 1991 A.D., editado 2010