Aquí está la Iglesia cristiana occidental, en su mayoría, formando un cuerpo con el anti-Cristo, anhelando las riquezas de la tierra y denegando su ciudadanía celestial.
Las alas de Jesús no presentan ninguna atracción en comparación de las cuentas bancarias, contratos comerciales y la prosperidad de este mundo, sobre todo, los beneficios de la jubilación.
La solución se encuentra en el reino de Dios que exige de sus ciudadanos 5 pasos básicos y sencillos, los siguientes: