p. 15
Contents
Jesús nos enseño en Mateo capítulo 12 que a veces es necesario violar la ley de los hombres por honra a la ley de Dios, también conocida como: “la ley más alta;” Mateo 12,1‑8 [1]; [2]; [3]; [4]; [5]; [6]; [7]; [8]; y 5,20; Lucas 11,46+52 [46]; [52]; Juan 9,16; Gálatas 5,22+23 [22]; [23]; Isaías 8,10.
Si invitas a Jesús que sea tu Salvador pero no tu Señor, le ofende que lo llames: “Señor;” Mateo 7,21-23 [21]; [22]; [23]; y 15,8; y 25,11+12 [11]; [12]; Lucas 6,46.
Dios lo encontró necesario romper el sello romano y quitar la piedra para resucitar a Jesús, y ambos eran ilegales. Por la misma lógica, los cristianos que rehúsan de desobedecer las leyes que son malvadas u hostiles contra Dios se ponen contra Dios mientras que piensan que están agradándole; Mateo 27,62-66 [62]; [63]; [64]; [65]; [66]; y 28,2; Marcos 13,9; Juan 16,2; Hechos 13,27; y 26,9-11 [9]; [10]; [11]; 1Corintios 2,8.
Los cobardes, los flojos y los postergadores no son útiles para Dios; Apocalipsis 21,8; 2Timoteo 1,7; Santiago 4,17; Hebreos 10,39; y 12,12; 1Corintios 16,13; Mateo 8,22; y 25,11-13 [11]; [12]; [13]; Lucas 9,60; Deuteronomio 20,8; Ezequiel 12,28; Filipenses 1,28.
Pablo fue embajador de la nación celestial y él predicó con valentía “el Reino de Dios” a través del Imperio Romano, pero ahora está muerto. Sin embargo el Rey Jesús continua de necesitar trabajadores, embajadores, predicadores, mártires y hombres de coraje para servir el avance de su Reino por el resto del mundo. Con muchos otros respondimos “Sí” y “Está bien” a su llamado; 2Corintios 5,20; Efesios 6,20; Apocalipsis 12,11; Hechos 9,27; y 19,8; y 28,31.
Sobre todo, Dios quiere que su pueblo se reconcilie a él, y sin postergar, se sume bajo la protección de su nación, también conocida como su “Reino,” donde él es nuestro Dios, Padre y Rey y nosotros somos su gente, santa y sin culpa, perteneciendo a él exclusivamente, como una comprometida pertenece exclusivamente a su novio en su casamiento. Es natural que el Rey Jesús se afrenta que los gobiernos pongan su marcación de números de posesión y control sobre su esposa, lo que constituye una invasión e usurpación grosera, por lo cual comparecerán ante su juzgado real y rendirán cuentas; Isaías 43,15+21 [15]; [21]; Jeremías 31,9; Tito 2,14; 1Pedro 1,15+16 [15]; [16]; Efesios 1,4; 1Juan 4,6; 1Corintios 6,20; 2Corintios 11,2; Mateo 25,32; Hechos 10,42; y 17,31; Romanos 11,4; y 14,12; Juan 10,16b; y 11,52; más Levítico 26,45; Jeremías 24,7; y 30,21; y 31,33; y 32,38; Ezequiel 11,20; y 14,11; y 37,22+23+27 [22]; [23]; [27]; Sofonías 2,9; Zacarías 8,8; 2Corintios 6,16; Hebreos 8,10.
página 15 de 16