En respuesta a la pregunta (de un seguidor en Twitter): Sí, renunciamos al SSN (parecido al DNI en Argentina) hace unos 25 años cuando su propósito y definición originales fueron falsificados. En nuestro peregrinaje no estamos tan obsesionados con la “Marca de la Bestia” como con darle a Dios todo lo que le pertenece y devolver al César todo lo contrario a Dios.
Progresivamente, la licencia de conducir también se volvió inaceptable para los cristianos y la devolvimos al gobierno (en el proceso, la Oficina de Vehículos Motorizados de Indiana [EE.UU.] nos robó el auto familiar). Cuando, debido a la persecución, llegó el momento de huir del país y necesitábamos pasaportes, ¡Dios hizo la manera de conseguirlos sin esos “documentos requeridos!”
Posteriormente desde Suiza (nuestra hija menor y hermana Ciela, nació allí) le negaron fraudulentamente el pasaporte estadounidense, pero Dios abrió la puerta para mudarnos a Sudamérica sin tener ella un pasaporte.
Omitiendo muchos detalles, aquí en Argentina el NUEVO DNI (con microchip y datos biométricos) se implementó en el mismo momento que las autoridades tramitaban nuestro caso. Les dijimos que su número era inaceptable para los cristianos. Mientras tanto, nos habíamos divorciado de Washington y dejamos caducar esos pasaportes (los quemamos después como símbolo de separación definitiva). Posteriormente, tuvimos la inspiración divina (a través de Mamá) de hacer pasaportes cristianos para cada uno de nosotros (somos una familia de 7) y los presentamos a la policía fronteriza argentina (Migraciones). El gobierno argentino no aceptó estos pasaportes cristianos limpios y nos exigió renovar los pasaportes estadounidenses vencidos para poder permanecer en el país “legalmente.” Entonces cesamos todo trato con el gobierno argentino. Un par de años más tarde el gobierno nos amenazó con expulsarnos del país por la fuerza si no salíamos solos o no cumplíamos sus requisitos en un plazo de 15 días. Dijimos: “¡No!” Eso fue hace casi cuatro años y hasta ahora nunca han regresado. ¡Aleluya!
Ahora vemos el hilo único que conecta todos dichos documentos que son parte de la Marca de la Bestia, a saber: la ciudadanía que convierte a las personas naturales que pertenecen a Dios en “Personas Jurídicas” artificiales pertenecientes al orden mundial de Satanás. Como cristianos nuestra ciudadanía está sólo en los Cielos y todo lo que somos se lo hemos dado a Dios.
Que Dios le ayude en su peregrinaje como nos ha ayudado a nosotros y le dé una vía de escape. Sin el Gran Pastor nuestros enemigos habrían triunfado sobre nosotros hace mucho tiempo.
Espero recibir noticias suyas pronto.
Atentamente, L’abri para todos nosotros.
